Después de una cirugía, lo único que puede ver el paciente es su piel lesionada. Y es que la piel es nuestra cobertura, por lo que la mayoría de las cirugías involucra un abordaje a través de ella. Así que lo primero que debe saber un paciente operado son los cuidados que deberá guardar para favorecer el éxito del procedimiento. Debemos recordar que la piel fue el sitio de abordaje, pero por debajo de ella existen sistemas, órganos y/o tejidos que también fueron lesionados durante la cirugía y que el cuidado debe ser integral. Así que aquí te dejamos algunos tips que te pueden ayudar con el cuidado de tus heridas.
1. La indicación más importante es la de tu cirujano, ya que él es quien te diagnosticó, operó y corrigió el daño. Tu cirujano te dará las indicaciones para que te reestablezcas en el menor tiempo posible, así que cuando te den de alta pon mucha atención en qué postura o posturas debes y puedes permanecer, cuándo y cómo te puedes desplazar y qué apoyos requieres. También tu cirujano o el cuerpo de enfermería, te indicará cómo y cuándo realizar la higiene de tus heridas; esto es muy importante, pues de ello depende en buena medida que no se infecten.
2. Otro aspecto importante es prevenir la dehiscencia de la herida. Esto es evitar que los bordes de la piel que fueron afrontados y suturados o engrapados se separen. Seguramente al salir del hospital verás que llevas una cinta adhesiva que mantiene la herida protegida, ya sea con gasa o sin ella. La cinta te protegerá por un tiempo en lo que deba ser retirada para el aseo de la lesión o la eliminación de los puntos de la sutura o las grapas. Este es un punto clave para la biomecánica de la piel lesionada y sus cuidados posquirúrgicos. Si tu cirujano consideró quitar la curación y la herida no está infectada puedes mantener unos vendoletes sobre la línea de la lesión. Esto ayudará a minimizar la tensión, y a que las células y otros componentes que se encuentran en tu piel terminen de madurar manteniendo la estructura con un daño mínimo. El mantener afrontados los bordes de la herida evitará que en los 3 meses posteriores a la cirugía el tejido se vaya ensanchando por uso de esa región del cuerpo. Así que mantener vendoletes durante el primer mes o primeros meses (dependiendo de la extensión de la herida quirúrgica) es vital para que el resultado sea una línea que se volverá prácticamente imperceptible con el tiempo.
3. La reparación de los tejidos de la piel se lleva a cabo de abajo hacia arriba. Una herida vista por arriba es muy parecida a un iceberg, solo vemos la línea de la lesión pero adentro y abajo es mucho más extensa y requiere de aproximadamente 6 meses para quedar completamente reparada, siempre y cuando no haya habido alguna complicación. Así que además de mantener los bordes afrontados por un tiempo, también debemos favorecer el estado sano de la piel del exterior. El uso de humectantes (cremas o geles) favorecen que la capa superior de la piel(la epidermis) no se reseque y sea flexible, con esto se consigue disminuir las tensiones en la zona de la herida y se percibe menos la comezón. Definitivamente no te recomendamos el uso de remedios que carezcan de sustento científico, ya que el tratar heridas o cicatrices con sustancias no aprobadas puede llevarte a una irritación, ulceración de la piel de la herida o incluso a la ruptura de los tejidos en reparación.
En resumen, el cuidado de una herida posquirúrgica es un aspecto muy importante para la recuperación pronta de la piel que sufrió el abordaje. La atención que se ponga en la herida y sus secuelas dictará el resultado funcional y cosmético, así que, ¿por qué no verse bien después de operados?