Tips para abordar el tratamiento de una herida crónica

La herida crónica es aquella cuya cicatrización no progresa de forma adecuada, se estaciona generalmente en la fase inflamatoria o de proliferación y puede ser recurrente con un límite de tiempo entre 4 a 8 semanas. Son una importante causa de morbilidad, elevando el número de incapacidades laborales y se asocia a la mortalidad de los pacientes, lo que hace que sean un gran problema de Salud Pública y tengan un gran impacto en el gasto sanitario.

Es por eso que es de suma importancia saber cómo abordarlas:

1.    Corrobore el diagnóstico: Toda lesión tiene un antecedente y éste lo podemos descubrir a través de la historia clínica, imagenológica y análisis de laboratorio del paciente; además del examen físico general y del miembro afectado.

2.    Descarte Signos de Infección: Debemos recordar que hay signos universales que nos orientan hacia el diagnóstico de la infección como son: calor, rubor, dolor, edema, mal olor, aumento del exudado y viscosidad del mismo.

3.    Elija el desbridamiento adecuado: El desbridamiento quirúrgico es el más rápido y se recomienda cuando hay infección o la vida del paciente está en riesgo. Pero el más utilizado en una clínica de heridas es el desbridamiento autolítico.

4.    Mantener el lecho de la herida: La herida es cambiante y debe ser evaluada periódicamente para determinar los requerimientos del lecho. Una herida crónica que no progresa el 50% en 4 semanas debe revalorarse completamente.

5.    Referir a los grupos de apoyo: El paciente con lesiones crónicas debe ser tratado multidisciplinariamente para que su evolución sea integral y efectiva. 

Úlcera venosa en miembro inferior